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  Hoy le toca el turno a Milo (¡digan si ese emoji no es igualito! )

  Llegó al refugio como un “regalo de cumpleaños” para una de nuestras voluntarias hace casi siete años. Ella recibió el pedido de ayuda por él justo cuando había muchos nuevos rescatados internados… pero, ¿cómo decirle que no a semejante “regalo”? (igual iba a venir , pero así disimulamos un poco el amor que les tenemos ).

  El gordito había sido atacado por otro perro que le destrozó parte del hocico. La herida era terrible, y aun así llevaba varios días vagando por la calle en ese estado.
  Desde el primer momento en la veterinaria mostró el gran perro que es: se dejaba revisar y curar sin resistirse, a pesar del enorme dolor que debía sentir.

  Pocos días después fue operado para reconstruirle la trompa, y el resultado fue asombroso —si no lo sabés, ni se nota casi la diferencia—. (Si alguien quiere el contacto del cirujano, lo pasamos por privado… ¡quizás quedamos igual de lindos que él! ). Las fotos del antes y después son impresionantes

  A pesar de todo lo que vivió, Milo se lleva bien con cualquier ser vivo: camine, vuele o se arrastre jajaja. Es súper sociable, se porta de maravilla y tiene un corazón enorme.
  Es de tamaño mediano-grande y tendrá unos 8 años aproximadamente.
Cualquiera que lo conozca se enamora al instante —solo falta que alguien le dé la oportunidad—. Ser adulto no le quita ni un poco de lo especial que es; al contrario, es una compañía incomparable